Paciente masculino de 12 años acude a la consulta para evaluar la localización de las piezas 13 y 23.
Figura 1
En la radiografía panorámica (Figura 1) se observan las piezas 13 y 23, retenidas, en posición mesioanguladas; así mismo se observa imagen radiolúcida peri coronaria en ambas piezas.
Figura 2
En cortes axiales (Figura 2), se observa la relación del segmento coronario de ambas piezas con la tabla ósea palatina.
Figura 3
En las vistas coronales (Figura 3), se aprecia la relación de contacto con el tercio medio y apical de las piezas 13, 14 y 22, 24, respectivamente.
Figura 4
En las vistas sagitales (Figura 4), podemos confirmar la relación del ápice radicular con el piso de seno maxilar derecho e izquierdo, respectivamente.
Figura 5
Figura 6
En las vistas transaxiales (Figura 5 y 6), se observa imagen hipodensa peri coronaria, que condiciona la expansión y adelgazamiento de la tabla ósea vestibular y palatina, en ambas piezas.
Figura 7
Las reconstrucciones tridimensionales (Figura 7) nos permiten ilustrar de manera didáctica la posición de las piezas y su relación con las piezas y estructuras adyacentes.
Signos imagenológícos compatibles con caninos retenidos.
Comentario
Los caninos tienen un papel importante en la estética y la oclusión de los pacientes. Los caninos maxilares tienen una prevalencia del 1,7% al 4,7%. La retención de estos caninos se da en un mayor porcentaje por la erupción tardía, aproximadamente entre los 11 y 12 años, también por raíz larga, así como por la mal posición de los dientes adyacentes; sin embargo, tiene una alta predisposición genética. Es más común en el maxilar superior, aproximadamente un 72%.
Debido a la fuerza hidrostática ejercida por la acumulación de líquido entre el epitelio reducido del esmalte y la corona dental, en ocasiones, genera un proceso inflamatorio en el saco peri coronario, y da lugar a la formación de una hiperplasia folicular o, en otros casos estimula la formación de lesiones quísticas y tumorales benignas.